Yo, Trovador
Ariadna Díaz Rodríguez y Lucía Sánchez Calvo. 1 bachillerato B Me encontraba sentado debajo de un árbol al lado del jardín del palacio real, entre el sonido de los pájaros cantando se escuchaba una dulce voz que iba a compás con los pájaros. Me levanté sorprendido, me subí al árbol para asomarme. Era una bella dama, de pelo rubio, tan rubio como el oro, se movía y mis ojos lo seguían. No había sentido nunca ese sentimiento tan bonito, como ella. Me dirigía hacía casa y mis pensamientos no se desviaban en otra cosa. Mientras hacía la comida recitaba un poema que siempre me recitaba mi padre cuando me hablaba de mi madre. Después de comer, mis impulsos hacía ella me hicieron ir a verla, pero claro, no podía ir a verla sin antes recitarle un poema. ‘’En tu mirada se forma, la rima de esta poesía; en tu mirada consigo, la musa para esta poesía; en tu mirada me pierdo, si tus ojos me desvías; en tu mirada me muero, si la miro y no me mira.’’ Justo cuando ter...