Alexios, el copista
Javier Uceda y Miriam Martínez, 1ºBACH HCS
Mi nombre es Alexios y soy copista, esta mañana nuestro señor el Abad nos ordena, como todos los días, copiar todo tipo de libros y manuscritos de miles de años y procedentes de todos los lugares del mundo, estas copias de libros se realizan en el scriptorium, que es una gran sala donde aparte de ser copiados son decorados y encuadernados para posteriormente ser conservados en la gran Biblioteca del Monasterio, donde solo a algunos privilegiados se les permite el acceso. También si el Abad lo quería así, regalaremos algunos libros a cambio de otros para aumentar el repertorio de nuestra gran Biblioteca.
Es una tarea muy dura en la que mis compañeros y yo tardamos semanas enteras escribiendo sin parar, y no solo eso, lo peor viene luego cuando se nos entumecen los dedos debido al frío, sufrimos dolores de espalda, se nos cansa la vista de tanto forzarla debido a la poca luz…
Realizar un manuscrito tiene su parte positiva, gracias a nuestra labor la humanidad dispondrá de verdaderas joyas que perdurarán a lo largo de los siglos.
Ciertamente no todos los monjes están capacitados para trabajar como amanuenses. Sólo unos pocos son elegidos y tienen la misión de adiestrar a aquellos que tienen menos aptitudes.
Durante la tarde, después de un pequeño descanso a media mañana, dedicamos de nuevo varias horas de trabajo en el scriptorium, allí nuestra actividad está bien jerarquizada y es especializada, al igual que en otros labores, en esta se debe de seguir unas reglas de trabajo bastante estrictas. Está completamente prohibido el uso de velas o candiles, peligrosos para códices o candiles y ante todo se debe de guardar silencio.
La labor de selección de libros que se deben copiar corresponde al abad, quien conoce a la perfección los recursos disponibles y las necesidades más inmediatas. Para esta labor cuenta con nuestro asesoramiento. Hay que tener extrema precaución con la selección de lo que tenemos que copiar o traducir para evitar cualquier tipo de desviación o herejía.
Aunque no lo creáis, nuestro trabajo es muy importante, gracias a ello, ahora mismo puedes (o no) tener ciertas bases morales y conocimientos que te servirán el día de mañana.
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